A pesar de que un día me puse el mundo por montera y me vine a vivir a esta islita en la que no conocía a nadie y en la que siguen sin hablar el mismo idioma que yo (ninguno de los dos) para algunas cosas soy como una niña sin experiencia. Este mismo sentimiento lo tiene también Aran, una granaina que conocí aquí y que también se vino por su cuenta y riesgo (ella con trabajo).
La cosa es que ambas nos hemos pasado la vida estudiando: entramos en la universidad a los 18 y salimos a los 29...que se dice pronto. Siempre vivimos pegadinas a nuestros padres que hacían todo lo posible por ponernos las cosas fáciles (aunque enseñándonos para el futuro) pero, claro, en un ambiente "protegido y familiar" hay situaciones a las que nunca te tienes que enfrentar y que, aún con 31 años, a veces, te suponen un "obstáculo" y es cuando tienes esa sensación de ..."soy pequeña...no sé desenvolverme sola".
Así tenemos la temática bancos: mis padres me abrieron la cuenta cuando era pequeña y sólo había tenido que hacer transferencias y domiciliaciones...¡chupao! pero llega el día que el banco no está en mi pequeña ciudad y en vez de pagarme mi nómina en cuenta me dan un cheque y me dicen que lo puedo cobrar en cualquier oficina de ese banco. De lo que no me entero, y seguro que me dicen, es que para hacerlo tengo que tener cuenta en el banco y si no ir a una oficina en concreto a cobrarlo en efectivo. La oficina en cuestión está al lado de mi laboratorio al que voy siempre a horas extrañas por lo que...nunca veo el momento de cobrarlo. Pero...he aquí que llega mi fuente de sabiduría, Carlota, y me dice que puedo ir a mi banco habitual y me lo ingresan ellos directamente en cuenta. ¡Ains! ¡Qué haría yo sin ella!
Pues todo este rollo para decirle a mi mami que ya he ingresado mi primer cheque en mi cuenta, que respire tranquila, jeje. Sé que es una chorrada de post: oohhh! qué gran acontecimiento en la vida de un adulto...ingresar un cheque en una cuenta! Pues para mi ha sido un pequeño aprendizaje-estrés más y, ahora, me siento un poco menos petena.
La cosa es que ambas nos hemos pasado la vida estudiando: entramos en la universidad a los 18 y salimos a los 29...que se dice pronto. Siempre vivimos pegadinas a nuestros padres que hacían todo lo posible por ponernos las cosas fáciles (aunque enseñándonos para el futuro) pero, claro, en un ambiente "protegido y familiar" hay situaciones a las que nunca te tienes que enfrentar y que, aún con 31 años, a veces, te suponen un "obstáculo" y es cuando tienes esa sensación de ..."soy pequeña...no sé desenvolverme sola".
Así tenemos la temática bancos: mis padres me abrieron la cuenta cuando era pequeña y sólo había tenido que hacer transferencias y domiciliaciones...¡chupao! pero llega el día que el banco no está en mi pequeña ciudad y en vez de pagarme mi nómina en cuenta me dan un cheque y me dicen que lo puedo cobrar en cualquier oficina de ese banco. De lo que no me entero, y seguro que me dicen, es que para hacerlo tengo que tener cuenta en el banco y si no ir a una oficina en concreto a cobrarlo en efectivo. La oficina en cuestión está al lado de mi laboratorio al que voy siempre a horas extrañas por lo que...nunca veo el momento de cobrarlo. Pero...he aquí que llega mi fuente de sabiduría, Carlota, y me dice que puedo ir a mi banco habitual y me lo ingresan ellos directamente en cuenta. ¡Ains! ¡Qué haría yo sin ella!
Pues todo este rollo para decirle a mi mami que ya he ingresado mi primer cheque en mi cuenta, que respire tranquila, jeje. Sé que es una chorrada de post: oohhh! qué gran acontecimiento en la vida de un adulto...ingresar un cheque en una cuenta! Pues para mi ha sido un pequeño aprendizaje-estrés más y, ahora, me siento un poco menos petena.
1 comentario:
Gracias por lo de "fuente de sabiduria", no me lo merezco :-)
Y me alegra poder ayudar, para eso somos una familia, no?
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