Hemos empezado con el baño ya que, afortunados nosotros, encontramos una tienda que tenía un montón de accesorios de baño al 50% y, mira tú, tenían aún el que me gustaba.
Cuando llegamos a esta casa, en el baño sólo había un toallero-radiador con tres barras. ¡Imaginad lo que es tener ahí 4 toallas! Por supuesto, todas amontonadas. No se secaban nunca porque había que plegarlas para que entraran y no arrastraran.
En la ducha, no había ningún tipo de jabonera así que, ya sabéis, toca poner todos los botes en el borde del plato de ducha y agacharse a por ellos. Teniendo en cuenta la cantidad de potingues que tengo...poco práctico.
El rollo de papel higiénico estaba sobre una repisa de madera que cubre la cisterna y las tuberías.
La idea inicial era atornillar unas perchitas detrás de la puerta pero, buscando, buscando...Rafa encontró EL toallero, con lo que el baño ganó significativamente, en comodidad, funcionalidad y estética.
El tema de los geles, champús y demás se solucionó con una repisa de cristal: sencilla a la par que elegante :-)
Las fotos las tenéis en Flickr, en la cuenta de Rafa y, pronto, en la mia.